Mari, la mamá de Iber, vino una tarde a enseñarnos cómo hace ella los bizcochos. Por esta razón veréis que faltan trastolillos y que hay patitos, y es que por las tardes nos juntamos a jugar y conocernos.
Como podéis ver no sólo a Mari se le da muy bien la cocina, sino también a los much@s ayudantes que tuvo. Pero lo mejor de todo fue el final... ¡estaba buenísimo!
Muchas gracias Mari
Muchas gracias Mari
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